domingo, 30 de agosto de 2009

Sisbrisia




Ven, sentémonos aquí un rato a esperar, a esperar a que la lluvia nos pille desprevenidos, a que las palomas nos hagan burla y a que la gente vaya y venga sin fijarse en nostros.

Aquí a mi lado, te enseñaré cómo gira el mundo, aun cuando nos hemos bajado un instante de él, como sigue con su inercia, su cabezota inercia. Será entonces cuando te des cuenta de que no tengo nada que enseñarte, que todo lo mío es tuyo, desde antes de conocerte; que mi vida vale poco, y con ese poco compraré tu felicidad, si tu me dejas.

Porque tu y yo vivimos en el mundo, pero no somos del mundo, porque tenemos nostalgia de un tiempo infinito, de un país multicolor y musical, sobre todo musical. Porque tu corazón se hace cada vez más grande, con cada herida, con cada rechazo, con cada amor, con cada caricia, más y más grande, infinitamente más grande que el mío.

Y es en ése corazón tuyo donde yo quiero dormir, dormir a pierna suelta, como un bebé, como un lirón, como una marmota, y reirme de tanto dormir.

Ven conmigo, sentémonos aquí un rato a pensar, a hacer planes, para luego reirnos de ellos, a inventar el futuro llevando la contraria a los partes meteorológicos y al Otoño, y al Invierno y al Verano, dejándo que la Primavera nos sorprenda.

Yo silbaré una melodía para que dances libre, como el agua, como la savia bruta y como el líquen en la roca.

Y tú me susurrarás palabras vivas, que me estremezcan de ternura, que me llenen de fuego, porque gracias a ti carezco de todo y abundo de todo



jueves, 27 de agosto de 2009

Manifesteer




Gracias pero no.

Creo que se muy bien quién quiero ser, y en qué clase de hombre me quiero convertir. No necesito de vuestros modelos, de lo que llamaís vida cotidiana o tiempos modernos y que plasmaís en series televisivas y películas, porque claro, en los libros la gente pierde mucho tiempo y además, ya se sabe, una imagen vale más que mil palabras.

Creo que me siento perfectamente bien con mi cuerpo y que adoro mis imperfecciones, porque son las que me hacen y me dan personalidad, asique muchas gracias, pero no quiero vuestros moldes perfectos para fabricar belleza.

Definitivamente no me gusta la filosofía moderna, que salva a los árboles y mata a los niños (interrupción dicen ellos), esa misma filosofía que embotella la felicidad con 40º y una nota de consumo responsable.

Creo que por favor, perdón y gracias, son realmente las palábras mágicas y que cambiarán el mundo.

No me gusta la filosofía moderna del compromiso con fecha de caducidad y del amor en contrato, de lo socialmente establecido y lo políticamente correcto, de los daños colaterales, del número de identificación y de que las personas sean o clientes o compradores en potencia.

Creo que la música es algo más que MTV, que el cine es algo más que Hollywood, que la comida es algo más que una necesidad natural y que las conversaciones son cara a cara y que tras una pantalla sólo hay ficción.

No me gusta que la belleza se mida entorno a 90-60-90, y que la sonrisa no pueda ser inocente. Tampoco creo en la hipocresía del diálogo como primera opción y un ejército por si falla la primera opción.

También creo que somos más que el bípedo implume, o el animal racional, o el homo sapiens, o el conjunto de células organizadas complejamente; que somos diferentes entre nosotros, sí, ¿y qué hay de malo en eso?, nuestro diseñador no ahorró en originalidad, gracias a Dios.

Gracias pero yo la copa no la lavo por fuera, la lavo por dentro. Y la lavo, no creo en un mundo de usar y tirar, de que el tiempo se compre con dinero, de horas extra, de turno preferente y de horario de citación. Rechazo toda clase de violencia, y sí hermanos sí, es o TODO o NADA.

Gracias pero creo que yo solo me las puedo apañar para ser una buena persona, y no necesito moralistas, ni éticas baratas de moda, ni de pedanterías, ni de aparentar, ni de mejorar la imagen personal, ni de tendencias, ni de allí donde fueres haz lo que vieres, ni de la vida son dos días.

Yo soy más de la originalidad de cada uno, de la libertad, de la responsabilidad, del altruismo, de la radicalidad y la coherencia, de que tu felicidad resida en la felicidad del otro. Yo soy más de disfrutar de la vida, que de ir tirando, soy más de ver la belleza en la naturaleza y no en las materias primas. Y a pesar de lo que digaís, el mundo es un lugar bello y hermoso que merece la pena construir y mejorar, porque si en algo estamos de acuerdo es en que la esperanza es lo último que se pierde.

viernes, 21 de agosto de 2009

Armonique

Version1


Version2


- Bessie, este tren se mueve demasiado.
- No es el tren, eres tu.
- Además, ¡aun no sé dónde nos está llevando!
- Fuiste tu quien compró los billetes cielo.
- ¿A sí?¿Y con que dinero los pagué?.
- Pues con el dinero que teníamos reservado.
- ¿Reservado para qué?
- Reservado para los billetes que teníamos reservados.
- ¿Reservados hacia dónde?
- No lo sé, tu los reservaste.
- ¿Yo los reservé?
- Si cielo, tu los reservaste.
- Yo los reservé, pero no recuerdo que dijeran que era un tren tan incómodo.
- Es que estás sentado encima de la maleta.
- Es para que no nos la roben.
- Cielo, no tenemos nada de valor en la maleta.
- Shhh, pero eso ellos no lo saben.
- Nadie te quiere robar nada cielo.
- ¿Nadie me quiere?
- Nadie te quiere robar nada, claro que mucha gente te quiere cielo.
- ¿Tu me quieres no?
- Claro cielo.
- Yo también Bessie.

martes, 18 de agosto de 2009

filosofía para todos los públicos



- Oye papá, ¿por qué siempre sonríes a todo el mundo?, aunque sean personas malas que te quieren hacer daño o que no les gustas, ¿eh papá?, y cuando estas triste nunca me doy cuenta porque siempre sonríes, igual que cuando la abuelita subió al cielo, que el tío Juan y el tío Roberto y la tía Julia lloraban y tu sonreías... ¿eh papá?

- Pues mira hijo mío, porque una sonrisa sólo trae buenas consecuencias, además, ¿a que cuando tu tienes miedo o estás triste y ves mi sonrisa te alegras un poquito?

- Si papi.

- Pues por eso es que siempre sonrío, pero eso no significa que a veces no esté triste. Pero hay que ver el lado positivo de las cosas, y ver lo bonito y lo bueno de todo lo que nos pasa en la vida, ¿no crees que la gente que siempre ve lo bueno de las cosas está más contenta?

- Si papá, es como cuando he comido mucho helado y me duele la tripita, no lloro porque veo el lado bueno, que he comido mucho helado.

- Además, hijo mío, es un gesto de libertad, porque aunque la vida te haga estar triste, tu puedes rebelarte y decidir libremente gastarle una broma a la vida y sonreir.

- ¿Qué es relebarse papi?

- Rebelarse es no hacer caso a una norma que no es justa.

- ¿Y qué es la libertad?

- Pues la libertad es lo que te doy yo a ti, cuando damos un paseo por el campo y tu correteas lejos de mi, entonces yo no te obligo a que estes a mi lado, sino que eres tu el que libremente vuelve de vez en cuando a ver donde estoy yo, y para comprobar que no te has perdido.

- Es que Federico, el de mi clase, dice que libertad es hacer siempre lo que te de la gana, pero si yo me voy muy lejos de ti en el campo tengo miedo y no se adonde ir.

- Claro, por eso libertad es que tu quieres que yo esté contigo pero también quieres explorar el mundo tu solito, y aunque yo no te diga que vuelvas cuando ya te has ido muy lejos, eres tu el que vuelves a ver donde estoy yo, aun sabiendo que si te pierdes iré a buscarte.

- ¡Sí!, porque eres el papi más fuerte de todos.


lo-fi


- hay gente que se empeña en llamarlo cotidianidad
- ¿coti... qué?
- cotidianidad - repitió desanimado Meroveo, mientras aspiraba el humo dulzón de su cigarrillo.
- ¡qué cosas tiene la gente! - dijo automáticamente Tábata, que siempre acostumbraba a ser muy expresiva.
- es por eso que no debemos caer el la cotidianidad porque el individuo alienable y enajenable nunca debe tener esa sensación pseudoreconfortante de un hogar cuasiplacebo...
- mmm...
- ... ya te lo explicaré más adelante... en el que se sienta reconfortado y de esa manera denigrado a una oclusión dialéctica... - prosiguió Meroveo, como recitando a un gran Séneca o a un gran Vian.

Mientras Tábata se asombraba ante la disertación de Meroveo, un disco del Duque rodaba a 33⅓ revoluciones por minuto, dando mucho más sentido a las copias de Delaunay, Campendonk y Klee que había repartidas por la estancia, mientas el olor mentolado del cigarro de Meroveo se mezclaba con el Pisco y el ajenjo del Hada Verde que bebían todos ellos, tanto Meroveo, como Tábata, como Luján y Girnalda (dueños del piso) y Ernesto y su prima Fierce.

Todos ellos eran soñadores trasnochados de sentido, buscadores de aquello y de esto, pintores y escritores y calculistas y bailarines y bambalines y fierecillas inconformistas ebrias de universalidad; queriendo ser, al fin y al cabo, originales, distintos, ellos, esenciales (de esencia, de alma, de almax y de fragile glass), fondements de la culture, de nouveaux y, por qué no, botschafter der hoffnung.

Y en medio de esta ausente pero hiperrealista situación, realista pero hiperausente situación, ausente pero hipersituación realista a la vez que hipersituación ausente de realismo; en medio de, a pesar de y por encima de se hallaba la tan rechazada y marginada cotidianidad.



postdata






Bla, bla, bla, blah, blah, bleah, bleha, bleba, belba, helba, heabl, bleab, label, ble-ha, babel...

perfecta imperfección

Después de todo, al fin y al cabo, y como dice mi siempre fiel compañero de fatigas Groochie-Scroochie: "hantes de poder hescribir nada, hay que holerlo, sí sí, holerlo con la nariz, como hacen todos los helefantes cuando uno les ofrece cacahuetes con la mano"

¿Holer?, no será más bien oler, además cómo vas a oler algo antes de escribirlo, como mucho podrás verlo, pero olerlo, en fin creo que esto tiene más que ver con la mochila de viajes del viejo Groochie que con ningún tipo de sentencia o jaculatoria para el futuro.

El viejo Groochie siempre llevaba consigo una de esas mochilas desvaidas, de las que si comienzas a estirar de una de sus múltiples hebras, puedes quedarte con los restos de la mochila en las manos, porque al mínimo tirón toda la mochila se deshace en tus manos, como la literatura, como el pasado, como los recuerdos, como el arte.

Porque si estiras del hilo adecuado puedes deshacer siglos y siglos de dedicación, si en vez de escribir, hescribo, puedo deshacer la literatura, y si en vez de cerrar los ojos y verme, cierro los ojos y oigo un suave jazz e imagino y dibujo colores, entonces deshago el recuerdo, porque no soy yo el protagonista de mis visiones.

Por eso estoy convencido de que como decía el viejo Groochie-Scroochie, mi fiel compañero de fatigas (¿de fatigas?), necesito holer lo que voy a escribir, antes de hescribirlo, dejar que recorra todo mi cuerpo, que forme parte de mi presente y de mi pasado, si yo le dejo, y dejar que erosione cada recoveco de mi, y morir en cada palabra y desangrarme en cada escupitajo de tinta negra, porque al fin y al cabo eso es todo, tinta negra que se estira y baila, y se retuerce en pequeñas cascadas y tirabuzones de tinta negra sobre el papel, o peor aun, sobre un píxel (sí, de fatigas).

fraguando las bases de un gran edificio, edifico fraguas a base de grandes... ¡sueños!

PD: Sí, me he leído Rayuela y me encanta Cortázar.

PD2: No, no pretendo ser original ni tampoco horiginal.

PD3: Me he comprado una cámara de fotos, de esta foto en adelante todas serán mías.

PD4: Sí, me encantan las postdatas.