miércoles, 27 de mayo de 2009

Naturaleza obsesiva



son voces del tiempo que resuenan en la lejanía del retorno de lo bello y lo caótico al compás de la perfecta desordenación del infinito espacio que contrae e inflama los resquicios de la sonoridad absurda de cuanto perturba la estabilidad latente del sopor tibio por saberse hijo del témpano misterioso y majestuoso bañado en la cristalina gloria de la autosimilitud y de diseño austero cuando parpadea el destello purpúreo de la espuma de las olas que embravecidas rompen contra la oscuridad dendrítica que brota límpida del manantial elocuente del anhelo imposible fluyendo hacía el chorro luminoso jamás avistado por lente alguna que refleja el ámbar sísmico universalmente hablando de los patrones iterativos que modelizan la perseverancia natural e inherente al comportamiento vital de los objetos hipercomplejos que podemos observar con detenimiento y regocijo si supiere el intelecto capturar toda aquella masa inerte que desvela la magnificencia y beatitud de los colores que vidriosos rompen la seda del alba vírgen que la conciencia ajena se atreve a encumbrar como filamento pulcro y armónico silbido del metal que resuena indicando la llegada de la hora otoñal que revivirá la fantasía ígnea del incensario humillado porque es ayer cuando se brinda la oportunidad de renacer de las cenizas del humano desheredado mientras granula la esperanza de abarcar la eternidad en un puño fraccional que le permita asir la descarga sónica que clama al vacío rellenando con licor de amor la somnolencia febril que aguanta valerosa el ataque del bravío caos y de la entropía innata de la ilusión pasajera que deslumbra siempre que la sabiduría del arquitecto ordenador de este esbozo de ficción no nuble la nebulosa observancia del polvo cósmico que toma forma de la actualización de la idea de conjuntos no lineales que se entremezclan con la melodía acallada del hálito épico que regentando en nombre de la fluctuación pretérita reclama para sí los bienes del común acuerdo y la común pleitesía hacia ciertas franjas que son a su vez centinelas del hierático estupor reconociendo de esta forma los errores abnegados de la satisfacción ramificada y que flotando desalojan un alto porcentaje estandartes de precisión precisa y su bondad heurística desdibuando entonces la frecuencia sibilina de los túneles y agujeros que permiten la circulación de todo tipo de lenguajes y normas algebraicas por donde antes solo transitaban deambulantes sueños de despertar invernal y de altividad estructural de esta forma se concluye la sentencia limítrofe entre el grupo y la unidad de todos aquellos cráteres diferenciados de sus progenitores en las espirales espirituales de perfección ligada al nudo del abismo inerte del latido pausado y silenciado de el dibujo acotado que asemeja la catársis del olvido que recoge substancia perfilando burbujas y explosiones del tubo resistente a corrientes que asemeja a secciones recónditas de influjos derivados de sincronizaciones obturadas por la diástole más salvaje de la implosión azarosa del substrato enigmático del código privado del estertor que fructifica automatizando todo comportamiento anómalo para un ser de su especie y cuya dimensión no resulta ser más paralela a sí misma que el borrador pasajero y dinámico de lo más ínfimo a lo superlativo de cuanto imagine por los milenios de ayer y mañana


Aparentemente TODO puede medirse,

aparentemente TODO puede preveerse,

aparentemente TODO está ya diseñado.



Pero "aparentemente" NO me vale.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué BELLO...

Anónimo dijo...

uaooooooooooo!
cada vez me dejas más perpleja!:)
cada palabra tiene esencia propia me parece increíble!lo que más me gusta es que no haya ningún signo de puntuación, como si no hubiera tiempo, como si fuera superior a este!