martes, 26 de enero de 2010

Lentillas temporales



Es muy sencillo, solamente tienes que coger mis retinas, cógelas por el borde, porque aunque no son muy delicadas se ensucian si las coges por el centro. Cuando las hayas echado en el vidrio con agua, entonces añade un poco de nitrato de amonio y apaga la luz.

Pon un cuadradito de papel cebolla (de unos 5 centímetros de lado) encima del vidrio. Es importante que el papel cebolla sea de color fucsia.

Cuando el nitrato reaccione con mis pupilas, la imagen quedará revelada en el papel cebolla.

Entonces verás que sueño en blanco y negro y tú no te lo creías, verás también que le tengo miedo a la oscuridad, verás que mis recuerdos tienen banda sonora, pero que mi futuro desafina.

Si te fijas con cuidado también verás como usaba libros de almohada, para leérmelos mientras dormía, verás que inventaba instrumentos de música con botes de lápices, y que hablaba con ratones de fieltro.

Espero que encuentres todo de tu agrado.

Cuando hayas terminado, lávalas con abundante agua, y si eres tan amable, colócalas otra vez en su sitio, entre mi mirada y mi pensamiento.





PD: si quieres te las alquilo por tiempo indefinido, pues me sobran los ojos para contemplarte

4 comentarios:

Pininfarina dijo...

He llorado. Sólo un poquito. Pero ha sido de verdad... Eres de otro mundo, te lo digo en serio.

Por cierto, soberbia canción. Siempre ha sonado en mi casa, a mi madre le encanta. Creo que me la sé de memoria desde que tengo uso de razón...

Ah! Quiero que me expliques por qué te ha recordado mi pálpito a la niña de Liseux! ;)

Berta dijo...

es un placer leerte, pequeñito

megustamegusta

alexitimia dijo...

podemos hacer negocios

Anónimo dijo...

silvio, siempre