miércoles, 24 de febrero de 2010

Sin conservantes






Tierra de viento y de verde fragancia,
tierra de aire frío y de frescos paseos,
tierra muscular y de tensión y de magia,
tierra relajada y tierra de faros.

Noche de luna bronceada,
noche de pasos decididos y noche de canciones silenciosas.
Luz invernal de brillo tostado,
candelas refulgentes danzando fervorosas.

Rocas de esponja acariciadas por aguas prehistóricas,
brotes tiernos de sabores olvidados,
cama de hojas secas y hogareñas,
diminutos segundos de libertad robada.

Amor en estado puro, amor sin refinar,
amor embarrado y rústico,
amor con espina y escamado,
amor roto y sanado,
amor de cicatriz y recuerdo, de madera y carbón, de Babilonia y de Ortiguera,
amor de papel reciclado,
amor sin destilar, sin pelar, sin cocinar, amor crudo,
amor desinteresado, sin brillo ni adorno, amor sin guirnaldas,
amor de estío, amor invernal y amor otoñal.

Luces y nieblas de una historia en movimiento, caminos sinuosos de una vida en tensión creadora, vínculos esencialmente esenciales, raíces de un alma que vibra, vibración armónica de un espíritu indomable, hálito vivo de rebeldía (incendiaria).


Mientras conserve lo esencial...


2 comentarios:

A dijo...

esa es marta?

Pininfarina dijo...

¿Cómo puedes publicar esto? ¿Cómo puedes hacerme esto?? Me matas. Me encanta. Me muero de envidia. Y no sólo por el faro... (guiño guiño)